La historia de Veraguas está marcada por una intensa interacción entre culturas indígenas, exploradores europeos y movimientos independentistas. Antes de la llegada de los españoles, el territorio estaba habitado por diversos pueblos indígenas, entre ellos los ngäbes y buglés, que desarrollaron sociedades organizadas con conocimientos de agricultura, cerámica y comercio regional. Estos grupos mantenían rutas comerciales con otras regiones del istmo y poseían estructuras políticas autónomas.

El nombre "Veraguas" ha sido motivo de debate histórico. Algunos cronistas señalan que podría derivarse de las palabras indígenas "Veracua" o "Viragua", aunque no hay consenso definitivo. Lo cierto es que aparece por primera vez en documentos coloniales en el siglo XVI.

Durante la colonización española, Veraguas fue uno de los primeros lugares explorados por los europeos. Cristóbal Colón, en su cuarto viaje (1502–1503), exploró las costas caribeñas de esta región, intentando establecer una colonia en la zona de Santa María de Belén, cerca del actual distrito de Santa Fe. Sin embargo, las hostilidades con los indígenas y las difíciles condiciones del terreno obligaron a abandonar el asentamiento. Esta fue la única ocasión en que Colón intentó fundar una colonia en tierra firme americana.

A lo largo del siglo XVI, los españoles avanzaron hacia el interior del territorio, estableciendo rutas de comunicación y búsqueda de oro. El control de la región no fue inmediato ni fácil, debido a la resistencia de los pueblos indígenas y a lo abrupto del terreno. No fue sino hasta 1637 cuando se fundó la ciudad de Santiago de Veraguas, que se convirtió en el centro administrativo y religioso de la región. Desde allí, la Iglesia católica y la autoridad colonial extendieron su influencia por los alrededores.

En el siglo XX, la provincia experimentó importantes transformaciones: construcción de carreteras, desarrollo del sistema educativo, expansión de centros de salud y diversificación económica. La ciudad de Santiago, en particular, se consolidó como uno de los principales centros urbanos del interior del país.

En tiempos recientes, Veraguas ha ganado relevancia por su riqueza natural, sus múltiples parques nacionales y su creciente atractivo turístico. Al mismo tiempo, comunidades indígenas como los ngäbes han continuado luchando por sus derechos territoriales y el reconocimiento de sus formas de vida tradicionales dentro de un contexto de modernización.

El paisaje de Veraguas es sumamente variado: montañas, selvas, costas, islas y planicies (Terrenos llanos). El área central es predominantemente montañosa, mientras que hacia el sur y norte se extienden valles y costas.

El clima es típicamente tropical, con una estación seca (diciembre a abril) y una lluviosa (mayo a noviembre). Las temperaturas son cálidas durante todo el año, pero más frescas en las zonas montañosas. Las costas pueden ser húmedas, especialmente en la vertiente caribeña.

Desde el Aeropuerto de Albrook se opera un vuelos regulares al Aeropuerto de Santiago; desde allí se puede proseguir por carretera hasta tu destino.

Desde Puerto Mutis o Puerto Vidal se pueden tomar botes hacia la Isla Cébaco, Coiba y otras islas del Pacífico. En el Caribe, desde Calovébora o Santa Catalina Norte se organizan algunas expediciones en lancha.

Desde la Terminal de Trasporte de Albrook, Ciudad de Panamá se puede tomar un bus de Santiago que son aproximado 5 - 6 horas. También hay rutas hacia Soná, Santa Fe, Mariato, y La Mesa.

La Carretera Interamericana atraviesa Veraguas de este a oeste. Desde Ciudad de Panamá, se puede conducir hasta Santiago y desde allí tomar carreteras secundarias hacia diferentes destinos de la provincia. Muchas de estas vías están asfaltadas, aunque algunas requieren vehículos 4x4, especialmente en época de lluvias.

• Catedral de Santiago Apóstol: Uno de los templos coloniales más importantes del país.
• Museo Regional de Veraguas: Exhibe piezas arqueológicas y elementos de la historia local.
• Iglesias y fiestas patronales en pueblos como Atalaya, que celebra una gran peregrinación cada febrero.

• Parque Nacional Coiba: Patrimonio Mundial de la UNESCO, ideal para buceo, snorkel y ecoturismo.
• Parque Nacional Santa Fe: Bosques nublados, senderismo, cascadas y avistamiento de aves.
• Reserva Forestal La Yeguada: Área protegida con un gran lago artificial, ideal para acampar.
• Isla Cébaco: Menos conocida, pero con playas vírgenes y selvas tropicales.

• Santa Catalina: Popular entre surfistas internacionales.
• Playa Morrillo: Ideal para surf y relajarse.
• Malena y Torio: Playas tranquilas con paisajes montañosos de fondo.
• Playa Reina: Cerca de Mariato, buena para natación y caminatas.

• Peregrinación de Jesús Nazareno de Atalaya .
• Carnavales de Santiago y Soná: Con carros alegóricos, música y desfiles.
• Festival del Toro Suelto en La Mesa.
• Ferias artesanales en Santa Fe.
• Festival Folklórico de La Mesa.
• Festival de la Flor del Guate en Atalaya.

• Sancocho de gallina de patio.
• Tamal de maíz nuevo.
• Carimañolas.
• Arroz con coco y pescado frito.
• Empanadas de maíz.
• Dulces de coco o Manjar (confitura típica).

• Chicheme: Bebida dulce a base de maíz, leche y especias.
• Ron y seco panameño: Bebidas alcohólicas populares en las festividades.
• Vino de palma: Es hecho con los frutos de palma.
• Guarapo: Es una bebida fermentada de caña de azúcar, es popular en la provincia.