El territorio que actualmente conforma la provincia de Herrera estuvo habitado, en tiempos prehispánicos, por diversos grupos indígenas que desarrollaron formas de vida basadas en la agricultura, la pesca y el intercambio regional. Durante el siglo XVI, con la llegada de los colonizadores españoles, la zona fue incorporada al sistema administrativo colonial, quedando bajo la jurisdicción del corregimiento de Natá, una de las divisiones más antiguas del istmo.

Durante el periodo colonial, el área se consolidó como una región agrícola y ganadera, caracterizada por pequeños núcleos de población dedicados a la producción de alimentos y al abastecimiento de otras áreas del virreinato. Con el paso del tiempo surgieron localidades como Parita y Pesé, donde aún se conservan elementos arquitectónicos coloniales, como iglesias, plazas e inmuebles tradicionales.

Tras la independencia de Panamá de España en 1821 y su posterior unión voluntaria a la Gran Colombia, el territorio experimentó varios cambios en su división política-administrativa. Finalmente, el 18 de enero de 1915, mediante legislación nacional, se estableció oficialmente la provincia de Herrera, separándose de la antigua provincia de Los Santos. La nueva provincia recibió su nombre en homenaje a Tomás Herrera, figura militar y política vinculada a los procesos históricos del siglo XIX en el istmo.

Desde su creación, la provincia ha mantenido una activa participación en la vida cultural y productiva del país. Su economía ha estado tradicionalmente vinculada a la agricultura, en particular al cultivo de caña de azúcar y a la producción de derivados como el seco, una bebida alcohólica de consumo nacional. Paralelamente, ha conservado manifestaciones culturales tradicionales, entre ellas celebraciones religiosas, música típica y artesanías que forman parte del patrimonio regional.

La provincia presenta un terreno predominantemente llano, con colinas suaves y tierras fértiles ideales para la agricultura. El río La Villa, uno de los más importantes del país, atraviesa la región y es vital para la producción agrícola. En la zona norte destacan algunas elevaciones y formaciones rocosas.

El clima es tropical sabana, con una estación seca bien definida (de diciembre a abril) y una estación lluviosa (de mayo a noviembre). Las temperaturas oscilan entre los 25 y 34 °C durante todo el año, lo que hace que las actividades al aire libre sean posibles en casi cualquier época.

• Herrera cuenta con el Aeropuerto Alonso Valderrama en Chitré, con vuelos domésticos desde Ciudad de Panamá (Aeropuerto Albrook). La disponibilidad de vuelos puede variar según la temporada.

• Aunque la provincia no posee puertos comerciales principales, algunas embarcaciones turísticas operan desde puntos cercanos en Los Santos para explorar la costa del Golfo de Parita. Este acceso es menos común.

• Desde Ciudad de Panamá, se puede tomar un autobús desde la Terminal de Albrook hacia Chitré. El trayecto dura entre 4 y 5 horas. También hay rutas que conectan Herrera con provincias vecinas como Los Santos, Veraguas y Coclé.

• La carretera Panamericana conecta con la entrada hacia la península de Azuero. Desde allí, se toma la carretera hacia Divisa y luego a Chitré. El viaje en auto desde la capital dura aproximadamente 4 horas.

• Museo de Herrera (Chitré): Exhibe artefactos arqueológicos, piezas coloniales y material etnográfico.
• Iglesia de Santo Domingo de Guzmán (Parita): Un edificio colonial bien conservado.
• Casco histórico de Chitré: Paseo por casas antiguas, plazas e iglesias tradicionales.

• Refugio de Vida Silvestre El Montuoso: Área protegida con senderos, fauna local y oportunidades para el ecoturismo.
• Río La Villa: Ideal para caminatas, picnic o fotografía.

• Aunque Herrera no es tan conocida por sus playas, algunas zonas costeras en el Golfo de Parita ofrecen paisajes tranquilos para visitar, como Playa El Agallito, Playa El Retén, cerca de Chitré.

• Carnaval (febrero): Celebrado intensamente en Chitré y pueblos aledaños.
• Semana Santa: Procesiones tradicionales y teatro religioso en las calles.
• Festival del Manito en Ocú (agosto): Muestra del folclore, bailes y vestimenta típica.
• Fiestas patronales en Parita, Pesé y La Arena.

• Sancocho de gallina de patio: Sopa tradicional muy popular.
• Tamal de olla: Preparado con maíz molido y carne.
• Empanadas de maíz nuevo y chicheme: Dulces y salados.
• Pan de La Arena: Producto artesanal reconocido nacionalmente.
• Seco Herrerano: Licor local destilado a base de caña de azúcar.