La región de Darién ante de la llegada de los europeos, el territorio estaba habitado por diversos pueblos indígenas, como los Emberá, Wounaan y Guna, quienes desarrollaron complejas redes sociales, sistemas de intercambio y estilos de vida íntimamente ligados al entorno selvático.

En 1510, el conquistador español Vasco Núñez de Balboa fundó Santa María la Antigua del Darién, considerada la primera ciudad europea establecida en el continente americano. Desde allí partió Balboa en 1513 hacia el sur, logrando alcanzar el océano Pacífico, al que llamó Mar del Sur, marcando uno de los hitos más importantes de la exploración europea en América.

Sin embargo, los intentos de colonización en Darién fueron difíciles. El terreno inhóspito, la resistencia indígena y las enfermedades tropicales hicieron que muchos asentamientos europeos fracasaran. En el siglo XVII, Escocia intentó establecer una colonia en el Golfo de Darién conocida como el Proyecto Darién, un esfuerzo ambicioso que buscaba crear una ruta comercial entre el Atlántico y el Pacífico. El proyecto fue un desastre, resultando en muertes masivas por enfermedades y falta de suministros, y tuvo profundas repercusiones políticas y económicas para Escocia.

Durante los siglos posteriores, Darién permaneció aislado, resistiendo la deforestación a gran escala y los desarrollos masivos que sí afectaron otras regiones de Panamá. Este aislamiento permitió la conservación de vastas áreas de selva tropical virgen y el mantenimiento de formas de vida tradicionales en muchas comunidades indígenas.

En el siglo XX, especialmente durante la construcción de la Carretera Panamericana, Darién volvió a ser objeto de atención. Sin embargo, el famoso “Tapón del Darién” —una franja de selva sin carretera entre Panamá y Colombia— sigue siendo un símbolo tanto de separación geopolítica como de protección ambiental. Numerosas campañas han impedido su conexión vial total, con el fin de conservar la biodiversidad y evitar impactos sociales en las comunidades indígenas.

Hoy en día, Darién es una región que equilibra tradición y conservación, donde la historia antigua y contemporánea se entrelazan en un entorno natural de enorme valor ecológico y cultural.

El terreno es accidentado y selvático, con extensas áreas de bosque tropical húmedo, montañas bajas, ríos caudalosos y zonas pantanosas. Gran parte del territorio está cubierto por el Parque Nacional Darién, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. No existen muchas carreteras, por lo que gran parte del transporte se realiza por río o aire.

Darién tiene un clima tropical húmedo. Las lluvias son abundantes durante la mayor parte del año, especialmente entre abril y diciembre. La estación seca, de enero a marzo, es el mejor momento para visitar. Las temperaturas suelen oscilar entre los 24 y 30 °C.

• Hay vuelos desde Ciudad de Panamá hacia La Palma (capital provincial), Bahía Piña y otras pistas menores. Estos vuelos suelen ser operados por aerolíneas locales o como vuelos chárter privados, dependiendo de la demanda.

• Desde el puerto de Metetí o Yaviza es posible tomar botes a comunidades ribereñas como La Palma, Garachiné o Puerto Quimba. También se pueden alquilar lanchas para acceder a destinos dentro del Parque Nacional Darién.

• Autobuses diarios conectan Ciudad de Panamá (Terminal de Albrook) con Metetí, Yaviza y otros pueblos del corredor transístmico. Desde allí se puede continuar por transporte fluvial o todoterreno.

• Se puede llegar en vehículo particular hasta Yaviza, el final de la Carretera Panamericana. Después, el acceso continúa por bote o caminata. Se recomienda 4x4 en temporada lluviosa.

• Sitio histórico de Santa María la Antigua del Darién: ruinas del primer asentamiento europeo en América continental.
• Visitas a comunidades indígenas: convivir con los Emberá o Wounaan para conocer su cultura, danzas, artesanía y modo de vida.

• Parque Nacional Darién: senderismo, observación de aves, fotografía de fauna silvestre y caminatas por la selva primaria.
• Reserva Natural Punta Patiño: una de las mayores reservas privadas de América Central.
• Avistamiento de aves: Darién es uno de los mejores lugares para observar aves raras como el águila harpía.

• Bahía Piña: playa aislada ideal para relajarse y hacer snorkeling.
• Playa de Jaqué: pueblo costero con playa tranquila y entorno natural.
• Playa Muerto: cerca de comunidades indígenas.

• Festividades patronales locales: celebraciones religiosas y culturales en pueblos como La Palma o Metetí.
• Festivales indígenas: en ciertas épocas del año se realizan encuentros culturales Emberá y Wounaan.

• Bacalao con coco.
• Arroz con mariscos.
• Sancocho.
• Plátano en tentación.
• Pescado frito con patacones.
• Tamales indígenas envueltos en hojas de bijao.

Las bebidas incluyen jugos naturales y chicha de maíz. En las comunidades indígenas pueden ofrecerte bebidas tradicionales.