La región que hoy conforma Panamá Oeste ha sido un punto de tránsito, encuentro y transformación desde tiempos ancestrales. Mucho antes de la llegada de los europeos, esta tierra estaba habitada por pueblos indígenas, en especial los Cuevas, quienes dominaban los bosques, ríos y montañas que se extienden desde las tierras altas de Capira hasta las costas del Pacífico. Aunque los registros sobre ellos son limitados, se sabe que vivían en armonía con el entorno y mantenían rutas de intercambio entre la costa y el interior del istmo.

Con la conquista española en el siglo XVI, la región fue incorporada al sistema colonial. Su cercanía con la ruta del Camino Real —que conectaba el Caribe con el Pacífico— le dio importancia estratégica, convirtiéndose en paso obligado para expediciones y cargamentos. Algunas de sus tierras fueron repartidas en encomiendas, y la agricultura se convirtió en la actividad predominante, con cultivos de caña, maíz y frutales. Durante el siglo XIX, con la independencia de Panamá de España (1821) y posteriormente de Colombia (1903), las comunidades de esta región fueron creciendo lentamente, manteniendo una identidad rural fuerte, basada en el trabajo del campo, la ganadería y la religiosidad popular.

El siglo XX trajo consigo grandes cambios. La construcción del Canal de Panamá atrajo población y generó nuevas oportunidades en las áreas cercanas. Durante décadas, el crecimiento poblacional del oeste fue tan acelerado que la zona comenzó a integrarse de forma natural al continuo urbano de la capital. Hoy, la historia de Panamá Oeste se percibe tanto en sus antiguos caminos de tierra como en las nuevas autopistas, en sus danzas tradicionales y también en sus centros comerciales. Es una provincia que mira al futuro sin dejar de rendir homenaje a su pasado.

El paisaje de Panamá Oeste es variado. Al norte se encuentran zonas montañosas y verdes colinas que forman parte de la cordillera central. Hacia el sur, la geografía se suaviza hasta encontrarse con las costas del Pacífico, que ofrecen playas, estuarios y manglares. En áreas como Capira y Chame también hay ríos, cascadas y senderos ideales para el ecoturismo.

La provincia tiene un clima tropical con dos estaciones principales: una seca (diciembre a abril) y una lluviosa (mayo a noviembre). Las temperaturas son cálidas durante todo el año, oscilando entre 24°C y 32°C, con mayor frescura en las zonas elevadas.

• No hay aeropuertos internacionales en la provincia, pero el Aeropuerto Internacional Panamá Pacífico (BLB), en el área de Howard (Arraiján), ofrece vuelos regionales.

• Próximamente Línea 3 del Metro de Panamá.

• En la zona de Veracruz y Puerto Caimito, se pueden contratar pequeñas embarcaciones para recorrer la costa o acceder a islas cercanas, aunque no hay líneas comerciales regulares.

• Desde la Terminal de Albrook (Ciudad de Panamá) salen buses frecuentes hacia La Chorrera, Arraiján, Capira, Chame y San Carlos. El trayecto a La Chorrera toma aproximadamente 45 minutos.

• Tomando la autopista Panamericana (Interamericana), se puede llegar fácilmente desde Ciudad de Panamá. Hay peajes, pero el viaje es directo y bien señalizado. Es recomendable evitar las horas pico.

• Iglesia San Francisco de Paula (La Chorrera): templo histórico con arquitectura colonial.
• Museo de La Chorrera: pequeño pero interesante, con información sobre la historia local.
• Festividades patronales en cada distrito, donde se celebran con danzas, misas y ferias.

• Altos de Campana: primer parque nacional de Panamá, con miradores, senderos y abundante biodiversidad.
• Río Caimito y Cascadas de Capira: ideales para quienes buscan aventura y naturaleza.
• Reserva Hidrológica Cerro Trinidad: menos conocida, pero perfecta para el ecoturismo.

• Playa Gorgona y Playa Coronado: populares entre turistas y locales, con opciones de hospedaje.
• Playa El Palmar (San Carlos): conocida para practicar surf.
• Punta Chame: tranquila y excelente para kitesurf y fotografía.

• Feria de La Chorrera (enero): productos agrícolas, cultura, música y gastronomía.
• Festival de la Pollera en Chame: celebración del traje típico panameño.
• Carnavales en Capira y San Carlos: festivos y llenos de color, ideales para una experiencia popular.

• Chicheme chorrerano: bebida espesa de maíz con leche y canela.
• Empanadas, carimañolas y bollos: disponibles en puestos callejeros.
• Arroz con coco y mariscos: común en zonas costeras.
• Sancocho y tamales: en días festivos y celebraciones.

También hay una creciente oferta de restaurantes internacionales en áreas como Coronado.