Dengue

Comprender
[editar]El dengue es un importante problema de salud pública en el Sudeste Asiático y el Sur de Asia. También se encuentra en Queensland, Australia, el Pacífico Sur tropical, África, zonas tropicales de América del Norte y del Sur, incluyendo el Caribe y Centroamérica continental. Las estimaciones de la prevalencia de la enfermedad varían considerablemente, pero todas muestran un aumento constante desde finales del siglo XX.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de la mitad de la población mundial vive en zonas con riesgo de dengue, y se estima que cada año se producen entre 100 y 400 millones de infecciones, de las cuales alrededor de 96 millones presentan síntomas clínicos de leves a graves. A pesar del riesgo de transmisión en más de 129 países, aproximadamente el 70 % de la carga global se concentra en Asia.
El dengue no se transmite de persona a persona. Su principal vector es el mosquito Aedes aegypti, aunque Aedes albopictus también puede ser portador. Este último tolera mejor las temperaturas frías, lo que ha favorecido la aparición de casos en regiones anteriormente libres de la enfermedad. Ambos mosquitos también pueden transmitir virus como los que causan la fiebre amarilla, el Zika, la Chikunguña, el virus del Nilo Occidental y ciertas encefalitis.
Hasta la fecha, se han identificado cinco serotipos del virus del dengue (DENV-1, DENV-2, DENV-3, DENV-4 y DENV-5). Una vez superada la infección por uno de ellos, se adquiere inmunidad duradera frente a ese serotipo, y una inmunidad temporal frente a los otros.
Las principales medidas preventivas se basan en controlar la reproducción de mosquitos y evitar sus picaduras. Existen vacunas disponibles en algunos países, ir abajo.
Signos y síntomas
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Alrededor del 80 % de las personas infectadas con el virus no presenta síntomas o solo síntomas leves, como fiebre moderada y cansancio. Los casos sin erupción cutánea pueden confundirse con un resfriado común o gripe. También puede confundirse con enfermedades similares como Zika o chikunguña, que comparten vectores, áreas geográficas y manifestaciones clínicas.
En aproximadamente el 20 % de los casos, el dengue se manifiesta con síntomas más severos. Los primeros signos suelen ser fiebre alta (a menudo mayor de 40 °C), acompañada de dolores intensos en músculos y articulaciones —motivo por el cual se le denominó históricamente "fiebre rompehuesos"—. También pueden presentarse erupciones cutáneas rojizas, náuseas, vómitos, dolor abdominal, cefalea intensa (dolor de cabeza fuerte y severo) y malestar general.
Los síntomas suelen aparecer entre 4 y 10 días después de la picadura del mosquito y, en casos moderados, pueden durar entre una semana y varios días, aunque algunas personas tardan semanas o incluso meses en recuperarse por completo. La mayoría de los casos no son mortales, pero pueden ser altamente incapacitantes.
En otras circunstancias
[editar]Una pequeña proporción de casos evoluciona a fiebre hemorrágica del dengue (FHD), caracterizada por aumento de la permeabilidad vascular, sangrados espontáneos y acumulación de líquidos en cavidades corporales. Los síntomas incluyen hemorragias nasales, sangrado de encías, sangrado vaginal o gastrointestinal, y erupciones con hematomas subcutáneos. También puede presentarse fiebre extrema (> 42 °C), lo cual constituye una emergencia médica.
El dengue hemorrágico se da con mayor frecuencia en personas que han sido infectadas previamente por un serotipo y luego contraen otro. Se cree que el sistema inmunológico responde de forma ineficaz ante la segunda infección, produciendo anticuerpos que no neutralizan el virus pero sí agravan la enfermedad.
Aunque el tratamiento oportuno reduce la tasa de mortalidad a menos del 1 %, esta forma grave suele requerir hospitalización y, en muchos casos, atención en una unidad de cuidados intensivos. Las complicaciones incluyen deshidratación severa, dificultad respiratoria, alteraciones en la coagulación y daño a órganos vitales.
En los casos más extremos, puede desarrollarse el síndrome de choque por dengue (SCD), en el que se pierde tanto líquido que la presión arterial cae drásticamente. Esta condición crítica es letal en hasta el 90 % de los casos sin tratamiento adecuado, aunque con intervención médica inmediata puede salvarse la vida del paciente.
Tratamiento
[editar]No existe un tratamiento antiviral específico para el dengue. El manejo es principalmente sintomático y de soporte: hidratación oral o intravenosa, control de la fiebre y vigilancia médica. Los casos leves pueden tratarse en casa con reposo y líquidos, mientras que los graves deben ser tratados en un hospital, preferiblemente con capacidad para cuidados intensivos. En regiones con brotes activos, se recomienda acudir al médico ante los primeros síntomas compatibles. El diagnóstico puede confirmarse mediante análisis de sangre, como pruebas serológicas o detección del antígeno NS1.
Medidas preventivas
[editar]Las medidas preventivas para controlar y evitar el dengue se centran en evitar las picaduras de mosquitos e incluyen:
- Prevención o eliminación de fuentes de agua estancada , como charcos de agua que se acumulan en recipientes, macetas, neumáticos desechados o cáscaras de coco, etc. Los mosquitos se reproducen en cualquier agua estancada en cuestión de días.
- Uso de tejidos tratados con permetrina, que mata los insectos que se posan sobre ellos, para ropa y mosquiteros.
- Use un mosquitero especialmente para el lugar donde duerme, incluso si los mosquitos no pueden entrar a la casa. Asegúrese de que el mosquitero no tenga agujeros ni espacios entre él y el entorno.
- El uso de repelente de insectos ( Icaridina o DEET son los principales agentes que han demostrado ser más eficaces), así como el uso de ropa que cubra la piel expuesta.
- Casas construidas de tal manera que se reduzca la entrada de mosquitos. (por ejemplo, mosquiteras en las ventanas del aire acondicionado en lugar de ventanas/ventiladores abiertos...)
La mayoría de los matamoscas electrónicos no son eficaces contra los mosquitos, ya que no se sienten atraídos por la luz. Algunos modelos emiten dióxido de carbono u octenol (presente en el aliento de los mamíferos), por lo que sí los atraen.
Consulte mosquitos para una discusión más detallada.
Vacuna
[editar]A mediados de 2023, se habían aprobado dos vacunas contra el dengue para ciertos usos en algunos países, pero ninguna estaba aprobada en todos los lugares ni para todos los receptores. Varias otras vacunas contra el dengue se encuentran en diversas etapas de desarrollo.
La información anterior es precisa a mediados de 2023. Consulte con su médico o una clínica local para obtener información más precisa.